Los malas o japa malas son conocidos también como rosarios budistas. Contienen 108 cuentas que representan las 108 pasiones y los 108 conocimientos. Para ellos, el 108 es un número sagrado y simboliza el universo. Los filamentos que tienen al final de los malas representan la sabiduría de los Budas.

PARA QUE SIRVEN LOS MALAS

Se utilizan para recitar mantras, para meditar y concentrarnos. Apacigua la mente, nos ayuda a mantenernos en el presente y conseguir paz y silencio.

MODO DE USO

Las cuentas del mala se pasan de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj. En todos lo malas siempre hay una cuenta más grande que las otras, llamada Guru, que no la contamos y pasamos por encima. Una vez llegamos al final del mala volvemos a empezar pero en este caso al contrario de las agujas del reloj.

Se puede llevar colgado como si fuera un collar o puesto como una pulsera en el brazo izquierdo. También lo podemos dejar en la estancia donde meditamos normalmente.

Es un objeto de protección y por ello hay que tenerle respeto.

RECOMENDACIONES

Nunca dejar el mala en el suelo. Si se cae, se dice que hay que tocarse la coronilla mientras se repite 3 veces “Om Ah Hung”. Es mejor no dejar nuestro mala a nadie ni dejar que nadie más lo toque.

LIMPIEZA Y RECARGA

Para limpiar energéticamente nuestro mala podemos usar diferentes métodos:

- Espráis o colonias: Poner un poco de producto (aromas espirituales, agua de florida, palo santo, salvia ...) en un paño y limpiaremos el mala.

- Incienso: sahumar o pasar el humo de un incienso que limpie energías negativas alrededor del mala. (por ejemplo incienso de ruda, copal, palo santo, salvia, mirra, etc).

- Crótalos o cuencos tibetanos: Poner el mala dentro del cuenco tibetano o debajo de los crótalos y hacerlo sonar..

- No es recomendable usar la sal para no dañar los hilos de los malas.