Ágata
Las ágatas son minerales que sirven para asentar las energías y aportar equilibrio físico, emocional e intelectual a la persona. Ayudan a centrar y estabilizar la energía física.
Tienen el poder de armonizar el ying y el yang, fuerzas positivas y negativas, además de calmar y aliviar.
Psicológicamente facilita la aceptación de uno mismo fomentando la autoconfianza, ayuda a mejorar la concentración, la percepción y las habilidades analíticas de uno mismo.
Emocionalmente te ayuda a superar la negatividad y la amargura del corazón, sana la ira interna y fomenta el amor y el coraje.
Te eleva la conciencia y la vincula con la colectiva, anima a la contemplación y a la asimilación de las experiencias de la vida a nivel espiritual.
A nivel curativo, el ágata estabiliza el aura eliminando o transformando las energías negativas.
Esta gema está llena de magia, pero es que además podemos elegir entre muchos colores. Y mejor todavía, cada color representa un significado distinto que se suma a la protección que la piedra Ágata nos ofrece.
De esta forma, los principales tipos de piedra Ágata y sus distintos significados son los siguientes:
Ágata verde: potencia la flexibilidad emocional y mental mejorando el proceso de toma de decisiones.
Ágata rosa o fucsia: promueve el amor, aporta tranquilidad y estimula las habilidades psíquicas.
Ágata negra: protege y ayuda a limpiar las energías negativas y, también destaca por atraer el éxito.
Ágata azul: armoniza las energías y aumenta la intuición.
Ágata Púrpura o Violeta: le ayudará a estabilizar su aura mientras elimina las energías negativas y las transforma en positivas. El efecto de limpieza del ágata es tal que te darás cuenta de los grandes beneficios físicos y emocionales.
Ágata Marrón: El ágata marrón, como también se le conoce, está relacionada con la conexión con la tierra y el fuego. Se vincula con la calma y el arraigo, y al transcurrir de los años se la han atribuido distintas propiedades. En resumen, es una piedra de protección, tanto de individuos como de lugares