En el año 1992 el austriaco Karl Hans Welz patente el compuesto y nombre Orgonite, aunque la fórmula que conocemos hoy en día fue proporcionada por el matrimonio Don y Carol Croft.

Cuando hablamos de ORGONITAS, nos referimos a objetos compuestos por resina, virutas de metal y cuarzo. Según las proporciones del "estos ingredientes" y la técnica empleada para componerlos, la Orgonita se convierte en un potente transmutador de la Energía Vital (Orgón).

Emite un Plasma beneficioso para todos los seres biológicos y actúa como una instantanea vibracional que sigue funcionando a lo largo de los siglos mientras se mantenga intacta.

Podemos entonces decir que la orgonita posee una función sanadora y que puede utilizarse con el fin de limpiar el ambiente. Al trabajar con la energía orgónica, limita la contaminación electromagnética que debilita nuestro campo vital.

La composici6n básica que debe tener una orgonita es: resina, virutas de metal y un cristal de cuarzo, ya que tienen la capacidad de atraer,

ordenar y acumular energía que se encuentre presente en el entorno. A partir de esta base, se pueden añadir otros minerales y símbolos según el gusto del "orgonitero".

La energía en desequilibrio es absorbida en la orgonita por la mezcla de metal y resina, mientras el cuarzo la transmuta devolviéndola a un

estado saludable y vibrante.